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Cuando una persona viene a consulta con la intención de perder peso, generalmente llega con mucha motivación y mucha ilusión, lo cual es perfecto porque tener ganas de conseguir un objetivo es vital a la hora de comenzar cualquier tratamiento. El problema es que en muchos casos, según van pasando las semanas esta motivación se va desvaneciendo y más cuando durante el tratamiento ha habido algún altibajo (que siempre los hay), y una o varias consultas de “control de peso” no ha ido tan bien como se esperaba. Para intentar mantener la motivación y las ganas durante todo el proceso, es muy importante que el paciente sepa y lleve a cabo los siguientes consejos: 1 . La pérdida de peso es un proceso que lleva su tiempo. Durante dicho proceso pueden surgir algunos baches que hay que ir solucionando. Que una semana no haya ido tan bien como se esperaba, no quiere decir que el tratamiento no esté funcionando sino que entre profesional y paciente se debe buscar la causa y entre ambos ponerle solución. 2 . Para no perder la motivación, es muy importante que el paciente aprenda a disfrutar del tratamiento de pérdida de peso, en estos casos ayuda mucho que se venga a consulta con una mente abierta en cuanto a platos e ingredientes, y que al paciente le apetezca probar cosas nuevas, porque al igual que en la vida diaria, cuando nos ofrecen algo nuevo tendemos a verlo desde la ilusión y la motivación, cuando nos ofrecen lo mismo una y otra vez, tendemos al aburrimiento y al hastío. Los platos nuevos no quiere decir que sean más difíciles o que lleven más tiempo de elaboración, ya que los nutricionistas también sabemos la vida frenética en la que vivimos la mayoría, y siempre debemos personalizar lo máximo posible y ajustarnos las necesidades de nuestros pacientes. 3 . Como ya he dicho más veces, debemos olvidarnos del peso, y mucho más, debemos olvidarnos de pesarnos todos los días pues lo verdaderamente importante es la masa grasa que vamos perdiendo, y la diminución de este compartimento corporal no se ve reflejado en las básculas caseras, y ver un aumento de peso total aunque en realidad haya una disminución de grasa, puede dar lugar a frustraciones y desilusiones innecesarias. 4 . Ir a la consulta del nutricionista con ganas de aprender cosas nuevas y de resolver las dudas que nos van surgiendo. No debemos ir con el único ánimo de pesarnos, sino de aprovechar dichos encuentros al máximo, interactuando con él o ella todo posible. El nutricionista puede ayudarnos a mantenernos motivados, a resolver dudas y problemas, a cambiar cosas que no nos gusten, a proponernos nuevos retos, etc. Interactúa durante todo el proceso y verás cómo vas adquiriendo nuevas ilusiones.
CONCLUSIÓN Aunque suene tópico, la clave del éxito reside en enfrentarse al tratamiento como un cambio de vida. Debemos aprender a disfrutar de la vida y de la comida sana, y ver que prácticamente cualquier comida tiene su versión saludable, sólo se necesita un poco de conocimiento (que te lo dará el profesional adecuado), muchas ganas, muchas ilusión, y mucha imaginación. Al principio puede parecer difícil, pero si tienes un poco de paciencia y te das un poco de tiempo, verás que eres totalmente capaz de disfrutar de esta nuevo tipo de vida.
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