Phoskitos caseros saludables

 EMPEZANDO CON EL BIZCOCHO DE NUESTROS PHOSKITOS SALUDABLES 

Comenzaremos añadiendo al vaso de la batidora o triturador de alimentos el calabacín troceado, el huevo, 90g de eritritol (edulcorante), el aceite, 1 cucharadita de vainilla y 50ml de leche.

	Eritritol (edulcorante)
	Ver en Amazon

No debemos añadir toda la leche de la receta en este paso ya que deberemos guardarnos 1 cucharadita de leche para el relleno de los phoskitos.

Dicho esto, lo batiremos todo hasta que nos quede sin grumos y homogéneo.

	Batidora eléctrica de 800W con múltiples herramientas
	Ver en Amazon

Antes de seguir con la receta, pondremos a precalentar el horno con calor por arriba y por abajo, a 180ºC.

Agregamos el batido anterior a un recipiente amplio y añadimos la harina en varias tandas y la pizca de sal. La integraremos en la mezcla con unas varillas manuales hasta que no queden grumos.

	Varillas manuales
	Ver en Amazon

Finalmente, agregaremos también en varias tandas el cacao puro en polvo, junto con la levadura. Volveremos a mezclar con las varillas manuales por última vez.

 PREPARÁNDONOS PARA HORNEAR EL BIZCOCHO DE LOS PHOSKITOS 

Vamos a preparar nuestra bandeja de horno así que la forraremos con papel vegetal o de hornear para que posteriormente nos resulte mucho más sencillo delmoldar el bizcocho.

Esto es tan fácil como cortar un pliego de papel vegetal un poco más grande del tamaño de la bandeja del horno y doblarle los bordes al papel para que nos quede como una especie de cajita que quepa en la propia bandeja.

Os dejamos una foto en la que veréis cómo se debe poner el papel.

Por cierto, si tenéis curiosidad por ese bizcocho verde, os dejamos la receta. Forma parte de un bizcocho navideño ;)

Bizcocho con sorpresa navideña

A continuación, vertemos la mezcla para el bizcocho sobre el papel. Debe quedar como en la foto de arriba.

Llevaremos la bandeja al horno con calor por arriba y por abajo, a 180ºC, durante 12 minutos o hasta que pinchemos el bizcocho con la punta de un cuchillo y este salga limpio.

 ELABORANDO EL RELLENO DE LOS PHOSKITOS CASEROS 

Cuando el bizcocho esté listo, lo sacaremos del horno y lo dejaremos enfriar durante 5 minutos.

Mientras tanto, haremos la crema para el relleno.

En un recipiente añadimos el queso mascarpone, 10g de eritritol, 1 cucharadita de vainilla y 1 cucharadita de leche. Mezclaremos con una cuchara hasta que quede trodo bien integrado.

Cuando esté lista y haya pasado el tiempo de reposo del bizcocho, retiraremos el papel de hornear y sobre el bizcocho verteremos la crema del relleno. La crema debe quedar extendida por toda la superficie del bizcocho.

 FORMANDO LOS PHOSKITOS CASEROS 

Enrollamos el bizcocho sobre sí mismo por la parte más ancha. De esta forma, nos saldrán más phoskitos.

Una vez enrollado, lo envolveremos en film transparente como si fuese un caramelo. Lo haremos rodar sobre sí mismo, tirando de los extremos del film para que quede bien presionado y redondito.

Finalmente lo metemos durante 30 minutos en el congelador para que adquiera más consistencia.

 FINALIZANDO LOS DELICIOSOS PHOSKITOS CASEROS 

Cuando esté a punto de finalizar el tiempo en el congelador, pondremos el chocolate a derretir al baño María o en intervalos de 20 segundos en el microondas.

Sacamos el bizcocho del congelador, le quitamos el film transparente y haremos finas rodajas más o menos de un dedo de grosor. Dispondremos estas rodajas sobre una bandeja que nos quepa en el frigorífico.

¡HA LLEGADO LA HORA DE PRINGARNOS!

Echaremos una cucharada de chocolate derretido sobre cada phoskito y lo extenderemos hasta sus extremos. Con nuestro dedito bien limpio extenderemos este chocolate cubriendo bien sus bordes.

Una vez todos cubiertos, llevaremos al frigorífico y los dejaremos hasta que solidifiquen.

Cuando hayan solidificado, los sacaremos del frigorífico y bañaremos con el chocolate derretido la parte baja de cada phoskito.

Si necesitáis derretir otra vez el chocolate para bañar esta parte baja, no dudéis en darle otro golpe de calor.

Una vez bañado, los depositáis otra vez sobre la bandeja, los volvéis a llevar al frigorífico para que solidifiquen...

¡Y LISTO!